Los jabones industriales usualmente pasan por un proceso en el que se extrae la glicerina que resulta del proceso de saponificación. Este material es utilizado en cremas faciales o de lujo, pero eliminado de los jabones que usualmente se utilizan para el cuidado de la piel del cuerpo. Los jabones artesanales, en cambio, están compuestos por una parte de glicerina vegetal.
La glicerina que resulta durante la saponificación es muy hidratante. Por lo tanto, los jabones artesanales hidratan tu piel mucho más que los industriales y lo hacen de forma natural. La glicerina, además, es no comedogénica, por lo que ayudará a evitar brotes de acné en tu espalda y otras áreas de tu cuerpo.